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Español

Biografía

Jean-Philippe Toussaint es un escritor y cineasta belga de lengua francesa (Bruselas, 1957). Se licenció en el Instituto de Estudios Políticos de París en 1978 y presentó una tesina en historia contemporánea. Es autor de nueve novelas, varios relatos y dos ensayos, todos publicados en la prestigiosa editorial francesa Les Éditions de Minuit, editorial de Beckett y de los autores del Nouveau Roman. Su estilo se caracteriza por una escritura minimalista, basada en el ritmo, las repeticiones, como una partitura musical. A lo largo de las páginas, se van encadenando cuadros muy cinematográficos. "El cuarto de baño" (1985), su primera novela, ha sido un enorme éxito en Japón. Toussaint obtuvo el Premio Victor Rossel en 1997, el Premio Médicis en 2005 y el Premio Décembre en 2009. En 2012, estrena la exposición "Livre/Louvre" en el Museo del Louvre y publica el libro-catálogo "La main et le regard" en las ediciones Le Passage (París). En 2016, junto con The Delano Orchestra, monta el espectáculo M.M.M.M., en torno a su tetralogía con el personaje Marie Madeleine Marguerite de Montalde. Sus novelas han sido traducidas a más de veinte idiomas entre los que se encuentran el castellano, el gallego y el catalán. Además de escritor, Jean-Philippe Toussaint es director y guionista de cine y fotógrafo (Fuente: Wikipedia).

Noticias

Octubre 2017: Se retoma el espectáculo M.M.M.M. en el Théâtre du Rond-Point del 20 al 21 de octubre de 2017.
JEAN-PHILIPPE TOUSSAINT & THE DELANO ORCHESTRA
M M M M - Marie Madeleine Marguerite de Montalte Concierto literario en el teatro del Odéon (París). M.M.M.M. es un proyecto singular que nace del encuentro entre Jean-Philippe Toussaint y Alexandre Rochon, compositor, cantante y guitarrista del grupo The Delano Orchestra. El concierto literario presenta video-proyecciones inspiradas en la tetralogía en torno a la figura de M.M.M.M., la protagonista diseñadora de moda y novia del narrador.

Autorretrato (en el extranjero)

Autorretrato (en el extranjero). Traducción de Magalí Sequera. Santiago de Chile: Chancacazo, 2014.
Considerada por algunos críticos como el nuevo «Nouveau Roman», la primera novela de Toussaint marcó, sin lugar a dudas, nuevos caminos para la literatura francófona. Desde hace casi treinta años, Toussaint indaga en un nuevo estilo de la frase, trabajándola, extendiéndola, engastándola, hasta llegar a pulirla para formar su propio estilo. Entre Proust y Beckett, encontramos a Toussaint.
Autorretrato (en el extranjero), no es ni una novela ni un ensayo. Son textos, fragmentos, recuerdos de brevísimos momentos que como puntitos van conformando poco a poco el rostro del autor. De Tokio a Córcega, pasando por Berlín o Hanói, el lector viaja por el mundo, pasando de un tono a otro: la ironía, el hazmerreír, así como la melancolía y la tristeza.
Múltiples espacios, numerosos tonos, pero una sola voz, la que nos guía desde la primera página y que hace que queramos seguirla más allá de la última. (Fuente: Chancacazo Publicaciones)
Dossier de prensa
"Escritor desmenuza sus viajes a punta de incisiones y arañazos", Leonardo Sanhueza, en Las últimas noticias, 23 de febrero de 2015

Hacer el amor

Hacer el amor. Traducción de David Martín Cope. Barcelona: Siberia, 2013.
"Hacer el amor" es la historia de una ruptura amorosa. Los protagonistas, una pareja que asiste confundida a la desintegración de su relación y hace el amor por última vez (¿cuántas veces será la última vez?) como si fueran unos completos desconocidos. La ciudad de Tokio es el escenario, casi irreal, del final de su amor. Habitaciones de hotel, neones, calles nevadas, seísmos de baja intensidad, trenes y una misteriosa botella de ácido clorhídrico que acompaña al protagonista en su camino hacia el final, el desamor.
Dossier de prensa

La verdad sobre Marie

La verdad sobre Marie. Traducción de Javier Albiñana. Barcelona: Anagrama, 2012.
Una quinta parte de esta novela la ocupa una escena antológica que ningún lector podrá olvidar: el embarque de un purasangre en el aeropuerto de Tokio. Es de noche, llueve a cántaros. El caballo, despavorido, ha despistado a sus escoltas japoneses, a su propietario francés y a su amiga con su pila de maletas, y se ha sumergido al galope en la oscuridad del aeropuerto. ¿Cómo encontrar, apaciguar y domeñar al purasangre enfurecido al que, habida cuenta de su fama y de su precio, no pueden sacrificar ni herir? Épico y regocijante. Alejandro Dumas pasado por el Nouveau Roman. Flaubert narrándonos un grave incidente en la zona de flete de un aeropuerto. Hay elementos de fatalidad antigua en esa literatura tan moderna por su escritura y por sus mecanismos. Toussaint es un dios del Olimpo que, según Bernard Pivot, ya sea con benevolencia o furor, manipula a unas criaturas perfectamente elegidas y las proyecta a aventuras planetarias. "Un logro. Un gran libro fascinante que combina inextricablemente el deseo erótico, el de ver y el de escribir como si se participara de una misma pulsión" (Nelly Kapriélian, Les Inrockuptibles). "Un libro prodigioso sobre el amor" (Olivia de Lamberterie, Elle). "Toussaint está crean­do libro a libro una de las obras literarias más fascinantes de nuestra época" (Nicholas Lezard, The Guardian) (Fuente: Editorial Anagrama). Consúltense aquí las primeras páginas de la novela.
Dossier de prensa

Otras traducciones

Más allá de la sospecha. Prólogo y compilación de Philippe Ollé-Laprune Dirección de Literatura, UNAM/Editorial Almadía, 2009. En la presente compilación de textos de autores franceses contemporáneos se encuentra la traducción de « La melancolía de Zidane », texto publicado por Minuit en 2006.
Huir. Traducción de Diego Vecchio. Rosario (Argentina): Beatriz Viterbo, 2007.
“En veinte años, Jean-Philippe Toussaint ha pasado de un cuarto de baño a China con el bello Huir, publicado en septiembre de 2005, continuación invernal de Faire l’amour. Ambos libros forman un díptico: el primero narra una ruptura, el segundo sus consecuencias. Uno, estático, se desarrolla en un hotel, el otro parece siempre estar en movimiento, en un tren, en moto, en un avión, corriendo, signo de un perpetuo movimiento forzado por el autor, en busca de lo que él mismo llama “la energía novelesca”. Su obra se ha hecho más visual, más cinematográfica. Huir es una bella respuesta literaria a las creaciones de los cineastas contemporáneos más interesantes, como David Lynch o Wong Kar Wai” (Nelly Kaprêlian, Les Inrockuptibles). “Existe un 'estilo' Toussaint: trémulo, distinguido, desgarrado, inesperado, glacial. Existe un fulgor Toussaint, con perspectivas de calles, habitaciones, corredores, baldosas, siluetas, agua; toda una oleada de sensaciones; el autor muestra un mundo de ilusiones flotantes, lleno de trampas. Huir es un libro riguroso, austero, habitado, engastado con una simplicidad sorprendente ante el pesado andamiaje de las ‘novelas’ publicadas en Francia actualmente. Si todas las grandes novelas poseen una luz propia, esta novela resplandece, inteligente y fraterna, desengañada y aristocrática.” (Jacques Pierre Amette, Le Point) (Fuente: Beatriz Viterbo Editora).
La televisión. Traducción de Josep Escué. Barcelona: Anagrama, 1999.
El libro cuenta el verano en Berlín de un historiador de arte, al que han concedido una beca para escribir un ensayo sobre Tiziano y Carlos V, y que a la vez toma una decisión importantísima: dejar de ver la televisión. El narrador aparenta ser un profesor tranquilo, de unos cuarenta años, vagamente belga, que vive con su mujer, tiene un hijo, casi dos. En vacaciones, se queda solo en Berlín para consagrarse a su estudio, pero sufre la doble prueba del «mono» televisivo y del bloqueo de la escritura que intenta combatir con mil astucias para propiciar la suerte o simplemente ocupar el tiempo. Y aunque Toussaint afirma: «No he querido escribir ni un ensayo ni un panfleto, sino sólo hablar de mi época. Un novelista debe hablar de su época ¿no?», el lector podrá sacar sus conclusiones sobre la oposición profunda entre escritura y televisión, y sobre las ambiguas relaciones que tenemos con esta última... «Toussaint tiene el secreto de la epopeya minúscula y del relato doméstico burlesco. Hay algo obsesivo en esas historias deliciosamente divertidas y que sin embargo rozan sin cesar el fracaso, el malestar. Personaje funámbulo, el héroe de La televisión (que se parece a su autor como un hermano gemelo...) es de la familia de Buster Keaton, pero al ralentí... Apagad la televisión y precipitaos sobre este libro para gozar de unas horas de lectura sabrosa, de puro júbilo» (Michèle Gazier, Télérama). «Algunos ensayistas han analizado gravemente la crisis de la representación —es decir, de la civilización— que ha provocado el bombardeo continuo de imágenes virtuales que sufrimos, entre el éxtasis y el síndrome de abstinencia. Toussaint le da una expresión novelística de una eficacia cómica y crítica ejemplar... Un jansenista que ríe» (Pierre Lepape, Le Monde). «¿Y la televisión en esta novela? Pues bien, por muy condenada que esté a la mudez, resulta omnipresente con su ojo ciego. Y además, fuera está en todas partes, en casa de los demás, de todo el mundo» (Jean-François Josselin, Le Nouvel Observateur). «Como en sus libros precedentes, Toussaint practica el arte infinitamente divertido del casi nada... Irresistible retrato de una ciudad alemana, pequeño tratado de la pereza estudiosa e implacable lección de estilo, La televisión es aún más que un libro divertido: es un libro dichoso... Es un libro tanto sobre la escritura como sobre la televisión. Hay una gran precisión al describir los pequeños rituales de los escritores» (Les Inrockuptibles). «Toussaint es una especie de Beckett juguetón, un tanto Tati. En pintura sería algo parecido no a Tiziano sino al Pop Art, a Hockney, sobre todo a Wesselman» (Patrick Graiville, Le Figaro). (Fuente: Editorial Anagrama).
Monsieur. Traducción de Rosa Alapont. Barcelona: Anagrama, 1990.
En está breve novela, Toussaint subraya, en filigrana, lo absurdo de nuestra condición con un humor impasible que ha hecho recordar al Kafka de Informe para una academia, al Melville de Bartleby, a Keaton y a Tati. Monsieur no quiere problemas ni le apetece contar lo que hace. Hace lo que puede y logra encontrar una solución a menudo elegante, incluso matemática, para las dificultades de la vida cotidiana —parar un taxi, por ejemplo—. Aunque no sabe decir que no, lo que siempre provoca problemas. Un personaje sin identidad particular, un hombre sin cualidades ni deseos, la mayor parte del tiempo Monsieur no hace sino estar sentado en una silla. En los momentos más intensos, en el colmo de la excitación, sube con su silla al tejado para mirar el cielo, pero sin escrutarlo con excesiva atención, temiendo, sin duda, alterar el curso de las constelaciones. Espectador puro, Monsieur no hace sino esperar que se instale el reino del azar, que es el desorden, tal como enseña la física moderna, tan frecuente y divertidamente evocada a lo largo del relato. «Habría que remontarse a Paul Valéry para ver desarrollarse, en una novela, una tan formidable reticencia a expandirse. Por su banalidad pregonada, por su rechazo indefinido de ser “algo”, por su indiferencia con los detalles (pues ya reina sobre el todo), el personaje de Toussaint nos hace pensar irremediablemente en Monsieur Teste, de quien podría ser un hijo natural o un hermanito taimado.» (Vincent Candel, Le Magazine Littéraire) «Con tres novelas —El cuarto de baño, Monsieur, La cámara fotográfica—, Toussaint ha impregnado la literatura de los ochenta.» (Michel Paquot, Studio Magazine) (Fuente: Editorial Anagrama).
La cámara fotográfica. Traducción de Javier Albiñana. Barcelona: Anagrama, 1989.
La cámara fotográfica es la tercera novela de Jean-Philippe Toussaint, el autor más interesante, junto con Jean Echenoz, de la llamada nouvelle école de Minuit que está publicando el prestigioso editor Jérôme Lindon. El narrador de La cámara fotográfica toma clases para sacarse el permiso de conducir, se convierte en el amigo de la recepcionista de la autoescuela, se lanza con ella y su padre a una disparatada expedición en las afueras a la búsqueda de una bombona, pasa con la chica una noche en Londres, roba en el ferry-boat una cámara fotográfica que acaba por lanzar al mar, se encuentra en plena noche en la campiña desierta, encerrado en una cabina telefónica, esperando que le llame la mujer que quiere y que quizá no sepa dónde encontrarle... La ligereza de las anécdotas, la extrema fluidez de la escritura de Toussaint, la cómica indiferencia que aplica a los sobresaltos de la vida, parecen prohibir el menor mensaje, la más pequeña emoción. Pero insensiblemente los personajes adquieren una densidad, una vibración vital que desemboca en una inquietante, difusa e inesperada angustia. «Toussaint, que ya había hecho un splash en 1985 con su primera novela, El cuarto de baño (traducida a dieciocho idiomas), está otra vez en primera página con La cámara fotográfica. La novela confirma su auténtico talento.» (Christina de Liagre, Interview) «Con su tercer libro, Toussaint confirma su autoridad. Ahí donde otros son simplemente hábiles o ligeros, él consigue con agilidad un tour de force.» (J. M. de Montremy, La Croix) «Decir que La cámara fotográfica es un libro superficial es, simplemente, dar fe de la ambición y el triunfo de un proyecto que se propone contar lo más secreto y lo más sutil de la angustia humana sin recurrir a los artificios de la profundidad.» (Pierre Lepape, Le Monde) «Una novela brillante, burlona, tierna y, ciertamente, más difícil de lo que parece a primera vista. Toussaint consigue apresar un gran número de los sentimientos que agitan a los pobres seres que somos nosotros.» (Michèle Bernstein, Libération) «Un auténtico escritor.» (J.-F. Josselin, Le Nouvel Observateur) (Fuente: Editorial Anagrama).
El cuarto de baño. Traducción de Javier Albiñana. Barcelona: Anagrama, 1987.
Un curioso personaje, un joven de veintiocho años, «un hermano de tantos perplejos de los años 80» (J.-M. de Montremy), se refugia en su bañera, donde medita tranquilamente, «con el sentimiento de milagrosa pertinencia que procura el pensar que no hay ninguna necesidad de expresarse». A menudo, una amiga con el andrógino nombre de Edmondsson le visita, hacen el amor, ella «se hace cargo de las necesidades del hogar trabajando a media jornada en una galería de arte». Iniciándose en la inmovilidad de un cuarto de baño y finalizando de forma casi idéntica, esta novela hace evolucionar al héroe y a Edmondsson de París a Venecia y de Venecia a París al ritmo de unas aventuras poco corrientes y según una estructura que Toussaint llama del triángulo rectángulo: «Yo no sé si, en relación con la estructura del círculo, la del triángulo rectángulo aporta realmente algo nuevo. Salvo que escapa absolutamente de la estructura del círculo, que me molesta a causa del sempiterno eterno retorno. La eternidad es larga, decía Woody Allen, en especial al final». «La eclosión de un escritor inclasificable y perfecto. Toussaint ha escrito una cosa que no es ni una crónica ni una novela, sino una historia picaresca versión compact, un bric-à-brac de emociones y de detalles estrafalarios, una especie de milagro que reside en el tono más que en la historia. Para situar a este autor minucioso, pince-sans-rire, puede pensarse en Buster Keaton, en algo que circula entre Salinger, los cuentos del New Yorker, los mejores relatos de Kafka. Un placer asombroso el de este libro de encanto ácido, constantemente humorístico, que procura deleites secretos.» (Jacques-Pierre Amette) «Una novela pascaliana en la que el hombre está atrapado entre dos infinitos, lo microscópico y lo inmenso, lo móvil y lo inmóvil... Tan humorística como infinitesimal». (Gil Delannoi) «Una singular primera novela, un sutil manifiesto de la muy soportable levedad del ser». (Jean-Pierre Sol gas, La Quinzaine Littéraire) Con motivo de la edición italiana de este libro se escribió: «El cuarto de baño, primera novela de un escritor que aún no ha cumplido los treinta años, nos llega con la aureola del libro revelación: en pocos meses, sin viático de premios literarios ni clamores publicitarios, ha conseguido emerger entre la marea de novelas que el pasado otoño, como cada rentrée editorial, inunda las librerías francesas. Lo han premiado no sólo el consenso del público, sino también la opinión insólitamente unánime de los más afamados criticos». (Giovanni Bigliola, Tuttolibri) (Fuente: Editorial Anagrama).

Películas

La Patinoire, 1998 (guión y dirección).
Berlin, 10 heures 46, 1994 (en collaboration avec Torsten Fischer)
La Sevillane, 1992 (guión y dirección).
Monsieur, 1990 (guión y dirección).
La salle de bain, 1989 (guión).

Videos

Hors du soleil, des baisers et des parfums sauvages, 2007 (en colaboración con Ange Leccia).
Sans titre, 2006 (en collaboration avec les étudiants de l'ESAV de Toulouse)
Faire l'amour, une lecture japonaise, 2005 (en colaboración con Pascal Auger)

Exposiciones

Canton, 2009

Bibliografía crítica (en el mundo hispánico)

Artículos científicos
Tesis y memorias
Antonio Molina Bellón: “La idea de fragmentación en L’Appareil-photo de Jean-Philippe Toussaint”. Trabajo de investigación para la obtención del D.E.A. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, junio de 2002.
Hugo Martínez Rodríguez: “El triángulo de la melancolía. Estudio de la dinámica movilidad/inmovilidad en La Salle de bain de Jean-Philippe Toussaint”. Memoria de máster. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, septiembre de 2010.